Baja California es la entidad de la República que le está encontrando el modo al turismo médico. Gobierno estatal y sector privado ya ubicaron el camino para detonar una derrama económica importante para el estado -aprovechando su posición fronteriza- proveniente de la necesidad de servicios médicos del lado estadounidense, particularmente California y Arizona.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y su gabinete se han tomado en serio el tema y ya están alineadas las autoridades de Salud -incluida la Comisión Estatal contra Riesgos Sanitarios, Coepris- con las de Turismo, junto con inversionistas del área médica para impulsar incentivos en ambos sentidos; por un lado para que los médicos, clínicas y hospitales garanticen calidad, y por otro en los demás elementos de la cadena para ofrecer acompañamiento al visitante durante todo el proceso de su atención hasta su recuperación antes de regresar a Estados Unidos.
Platicamos con el secretario de Turismo de Baja California, Miguel Aguíñiga Rodriguez, quien nos comparte que un paso importante es el primer Catálogo Estatal de Proveedores de Salud y Bienestar de Baja California, enlistando a los profesionales de salud, clínicas y hospitales más prestigiosos o calificados.
En paralelo, entre Tijuana y Mexicali ya hay conformados dos cluster de salud -Medical Health Cluster y Baja Health Cluster- conjuntando esfuerzos. Ya firmaron alianzas con aseguradoras que venden paquetes médicos a empresas estadounidenses para ofrecer atención a sus empleados del lado mexicano. La compañía le da dos opciones al trabajador en EUA: un plan descontado de nómina donde le cubren su atención médica al 100% en México con deducibles mínimos u otro plan para atenderle en EUA a costos más elevados. Si el empleado decide hacerlo en México, se le da de alta en un sistema, le dan su número de registro, hace sus citas con los médicos que requiere, le abren su expediente clínico y viene a México a atenderse y hacerse todos sus estudios, incluso surtiendo su receta, cubriendo aquí todo el proceso de atención. Sólo tiene que cruzar la frontera y caminar hacia las clínicas que en Tijuana están a no más de 500 metros del puente fronterizo. Hay 3 torres médicas bien desarrolladas que conjugan hospital con consultorios y ahí mismo hay hoteles con pisos para turistas normales y otros con áreas especializadas con todas las facilidades para la recuperación del paciente por días, semanas o meses.
Sobre la derrama económica del turismo médico en Baja California aún faltan registros formales, pero hay estimaciones del presidente del Baja Health Clúster, Jesús Abraham Sánchez Frehem, que la cuantifica hasta en 2,500 millones de dólares (mdd) con una afluencia promedio de 2.1 millones de pacientes recibidos anualmente, aunque hay quien estima que el estado pudiera estar recibiendo hasta 4 millones de visitantes anuales para atender su salud.
El secretario Miguel Aguíñiga Rodriguez no se anima aún a precisar un número pero dice que 14% de las personas que cruzan la frontera hacia la entidad lo hacen con motivos médicos, y durante la pandemia esa proporción se elevó. Coincide con un estudio de la consultoría Deloitte que ve crecimiento de doble dígito, proyectando una expansión de 10.7% anual del 2019 al 2023 y del 13.3% anual a partir del 2024 previendo que este mercado se cuadruplique para 2030.
Para ello se están haciendo fuertes inversiones en infraestructura médica. El estado tiene en lista 40 proyectos en construcción de clínicas y hospitales para terminar entre 2024 y 2025 donde se estiman unos 140 mdd de inversión sobretodo nacional pero también extranjera.
Baja California se está convirtiendo en caso de éxito porque está logrando poner el ejemplo de cómo sí es posible generar los eslabones de toda la cadena para lograr la integralidad del servicio médico a los visitantes.
Los procedimientos más demandados son en las áreas de cirugía plástica, bariátrica, tratamiento dental, oftalmología, oncología, trauma y ortopedia, así como urología. Y la mayoría viene sin tener seguro que le cubra, pero es la opción que encuentran no sólo porque es más económica, sino por la tardanza del lado estadounidense donde incluso pagando de su bolsillo, tardan meses en obtener fecha para cirugía y mucha lentitud también para una cita médica.
Del lado mexicano les organizan paquetes all inclusive abarcando desde el transporte en la frontera para llegar al hospital, el hotel e incluso tours para conocer los atractivos en Baja California, o en su caso todas las condiciones para culminar su recuperación.
Fuente:
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/En-turismo-medico-Baja-California-lleva-la-delantera-20231003-0126.html
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