Invierte tu dinero en efectivo

Por ejemplo, ambos se pueden dividir en diferentes montos. El efectivo tiene billetes y monedas de distintas denominaciones, mientras que el dinero digital se puede dividir en hasta ocho decimales. ¡Sí, ocho!

 

Otra similitud es ¡ambos son seguros! Al usar cualquiera de estos métodos de pago, tu dinero llegará a donde tiene que llegar sin posibilidad de que sea rechazado. Olvídate de “lo siento, su tarjeta no ha sido aprobada” o “no se ha podido procesar su transferencia”.

 

Esto se refiere a su uso práctico. Mientras que el dinero depende de un ente centralizado (el Banco Central) que lo imprime casi a discreción, el dinero digital se rige por un protocolo que está distribuido en nodos (computadoras) en todo el mundo y que limita su emisión a 21 millones de unidades.

 

La mejor ventaja que tiene el dinero digital con respecto al efectivo y las tarjetas es que no se puede falsificar. El doble gasto (es decir, usar el mismo dinero para hacer dos o más pagos) es imposible porque el protocolo de la red utiliza medidas de seguridad basadas en criptografía para impedirlo. En cambio, el efectivo se puede falsificar y las tarjetas se pueden duplicar o robar.

 

El dinero digital tiene características esenciales que la hacen valiosa: es segura de usar, su emisión es finita y no se puede falsificar. Pero pesar de que el dinero digital es una alternativa muy ventajosa, todavía hay ciertas limitaciones técnicas que superar tomando en cuenta que muchas personas en el mundo no tienen acceso a esta tecnología. Por otro lado, las tarjetas de crédito y débito también tienen sus propios problemas, como comisiones y riesgos de copia o vulnerabilidad.

 

Por último, el dinero en efectivo tiene limitaciones a la hora de hacer pagos grandes. Si bien el efectivo podría permitir estos pagos, es inseguro llevar grandes cantidades de dinero por la calle. Además, como las tarjetas, el efectivo suele estar ligado a problemas como la devaluación de la moneda en muchos países.